Fascinados todavía por las posibilidades que despliega el universo digital, poco se ha reflexionado –sobre todo en Hispanoamérica– sobre las cuestiones legales, simbólicas y literarias inherentes al espacio de los libros electrónicos, ese espectro que no acabamos todavía de comprender.
Por Omar Genovese
Mariana A. es una gran lectora y agente de turismo. Para leer durante sus frecuentes viajes profesionales adquirió el dispositivo para la lectura de libros electrónicos de Amazon conocido como Kindle. (¿No es un oficio envidiable? Viajar y leer, conocer el mundo y su imaginación...) Compró el dispositivo importado de Estados Unidos en un comercio argentino, pagando todos los impuestos como corresponde. Pero el artefacto es un simple medio o vehículo, y el problema está en el contenido: por una cuestión de derechos internacionales de autor, únicamente puede comprar e-books en español en Amazon de Estados Unidos, donde la oferta es peor que escasa. Intentó hacerlo en Amazon España, pero por el mismo tema de derechos le fue imposible. Obligada por las circunstancias...
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